Entrenamiento del coterapeuta canino

Una vez elegido el perro de terapia, ya sea cachorro o adulto, se comenzará un proceso de desensibilización, socialización y entrenamiento, que durará toda su vida laboral. El perro de terapia debe habituarse, desde muy pequeño, a ser tocado, manipulado y saludado por diferentes personas y a relacionarse de manera adecuada con otros animales. 

La desensibilización y la socialización son las partes más importantes de la educación del cachorro os perro adulto, esto se logra exponiendo el perro a diferentes escenarios, ruidos, personas, texturas para caminar y objetos, sobre todo aquellos habituales en un salón de terapia, como son las sillas de ruedas, camillas, juguetes, etc. También es importante que se habitúe a diferentes tipos de caricias, ruidos, voces, cepillado de pelos y dientes y a ser tocado por todo el cuerpo, incluyendo la boca.

En lo personal, inmediatamente el cachorro se habitúa a mi casa y a la manada, comienzo a llevarlo a trabajar con los demás coterapeutas, porque así, integra los diferentes elementos presentes en estas intervenciones, desde muy temprana edad y se convierten en una parte normal de su vida diaria.

El entrenamiento más importante y que debe comenzar desde que el coterapeuta llegue a la casa, es el de higiene, donde enseñamos al perro donde hará sus necesidades.  Luego se implementa un programa de entrenamiento de obediencia, donde le enseñaremos, a sentarse, caminar sin tirar de la correa, tumbarse quieto, no jugar mordiendo y no subir encima de las personas.  

A esta educación básica, se le pueden añadir algunas habilidades, que no son necesarias, ya que, queremos un perro de terapia empático, pueda expresar estados emocionales del paciente y que tome decisiones con espontaneidad,  no  queremos un coterapeuta que, por el sobre entrenamiento, no pueda expresar cosas que va percibiendo durante la intervención.

Es muy importante que cuando se trabaje en estos tres aspectos, se haga utilizando refuerzos positivos y castigo negativo y suprimiendo, siempre, el refuerzo negativo y el castigo positivo, es imposible entrenar un perro de terapia, o cualquier otro animal, con malos tratos.  Existen numerosas técnicas de entrenamiento, tales como el clicker, el lurin el targeting, etc.

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