Las terapias asistidas con caballos, comúnmente denominadas hipoterapia o equinoterapia, son objeto de debate debido a las diferencias en la terminología utilizada. Por lo tanto, prefiero agruparlas bajo la denominación de terapias asistidas con caballos o terapias ecuestres.
Las terapias asistidas con caballos implican la colaboración de un profesional de la salud, un coterapeuta equino y un manejador del caballo. Se diferencian de las actividades asistidas con caballos, por la intervención del profesional de la salud y por la existencia de objetivos terapéuticos específicos y una demanda terapéutica por parte del paciente o de su tutor.
Las terapias ecuestres integran el comportamiento neurotípico de el caballo, con el comportamiento neurodivergente del usuario, teniendo como objetivo obtener un comportamiento neurotípico en el individuo.

En este contexto, los analizadores neuronales del paciente se activanpara transformar estereotipos a través del movimiento y de los ejercicios realizados junto al coterapeuta equino.
Por lo tanto, Las terapias ecuestres constituyen un proceso terapéutico que facilita la integración total del paciente, no solo con el terapeuta y la terapia, sino también, con el coterapeuta y con la naturaleza. Estos últimos elementos poseen un valor terapéutico significativo, ya que ofrecen al usuario una rica variedad de información sensorial.
Los beneficios de las terapias equinas se manifiestan en diversos ámbitos del desarrollo humano, tales como:
- Neuromotor: Regulación del tono muscular, disminución de los reflejos tónicos, automatización y consolidación d el patrón de la marcha.
- Sensomotor: Desarrollo de la percepción sensorial, mejora la propioceptividad, integración sensorial y aumento la conciencia de la autopercepción.
- Psicomotor: Fomento de la estabilidad y fortalecimiento del tronco y la cabeza, desarrollo de la motricidad gruesa y fina, mejora el equilibrio vestibular, desarrollo de la lateralidad e incremento de la fuerza muscular.
- Sociomotor: Promoción de la comunicación, mejora la atención y la concentración, confrontación del usuario con sus miedos personales, aumento de la tolerancia y la autoestima , disminución de la agresividad y las autolesiones y desarrollo de la responsabilidad.
- Fisiológicos Funcionales: Estimulación de la peristalsis, el sistema cardiovascular y el respiratorio.
Por último, debemos enfatizar que, desde la perspectiva de muchos terapeutas, el objetivo más importante es mejorar la calidad de vida de los pacientes, fomentando en ellos la alegría de vivir.





